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Fri, 09 May 2025 09:00:00 +0000

Acojemos con mucha alegría a León XIV
Ayer tuvimos la inmensa alegría de escuchar la tan anhelada frase "habemus Papam". Sí, muchas emociones, mucha alegría, mucha ilusión, mucha esperanza... ¡muchos sentimientos se agolpaban en nuestros corazones!
Ha sido una elección muy rápida y un poco "fuera de las quinielas", pues no era muy esperado. Y eso es algo muy bonito: cómo el Espíritu Santo sabe sorprendernos, y siempre nos regala lo que más nos conviene en cada momento.
Ha sido impactante ver cómo todo el mundo se ha parado -creyentes y no creyentes-, y estaba pendiente de las noticias que llegaban desde Roma, de la fumata blanca y del nombre del nuevo Papa...
La ilusión brillaba en todos los rostros de aquella gran multitud presente en la plaza de San Pedro en el momento histórico de la elección, y que -como todos nosotros- ya acogía y quería al Papa, incluso antes de que saliera.
Es curioso ver cómo todo el mundo quiere conocer detalles sobre el nuevo Papa, y cómo su perfil ha sido muy bien acigido en todos los ambientes. Todo el mundo le siente ya cercano y busca -y generalmente encuentra- una vinculación especial con él. ¡Y eso es genial! Apenas le conocemos, pero ya desde el momento en que sabemos su nombre, anhelamos algo que nos acerque a él.
Damos gracias a Dios por este gran regalo que nos ha hecho, y le pedimos muy especialmente por el Papa León XIV y todas sus intenciones.



Ha sido una elección muy rápida y un poco "fuera de las quinielas", pues no era muy esperado. Y eso es algo muy bonito: cómo el Espíritu Santo sabe sorprendernos, y siempre nos regala lo que más nos conviene en cada momento.
Ha sido impactante ver cómo todo el mundo se ha parado -creyentes y no creyentes-, y estaba pendiente de las noticias que llegaban desde Roma, de la fumata blanca y del nombre del nuevo Papa...
La ilusión brillaba en todos los rostros de aquella gran multitud presente en la plaza de San Pedro en el momento histórico de la elección, y que -como todos nosotros- ya acogía y quería al Papa, incluso antes de que saliera.
Es curioso ver cómo todo el mundo quiere conocer detalles sobre el nuevo Papa, y cómo su perfil ha sido muy bien acigido en todos los ambientes. Todo el mundo le siente ya cercano y busca -y generalmente encuentra- una vinculación especial con él. ¡Y eso es genial! Apenas le conocemos, pero ya desde el momento en que sabemos su nombre, anhelamos algo que nos acerque a él.
Damos gracias a Dios por este gran regalo que nos ha hecho, y le pedimos muy especialmente por el Papa León XIV y todas sus intenciones.



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