Vida de oración

Cada mañana, al despuntar el alba, la comunidad se reúne en el oratorio para la Liturgia de las LAUDES. En unión con toda la Iglesia agradece y ofrece a Dios el día que comienza.
Seguidamente, los 60 minutos de estarse a solas con Jesús eucaristía, para decirle que le ama y, sobre todo, para dejarse amar por Él. Es él quien llena de gozo y sentido nuestra vida. Nuestra existencia está totalmente marcada por su seguimiento con el que estamos llamadas a identificarnos.
El punto álgido del día, lo ocupa la EUCARISTÍA “Memorial del sacrificio de Cristo”, que aviva la total oblación que la hermanita hizo en su Profesión religiosa, aviva la unión fraterna y la misión, porque “al recibir al mismo Señor, nos transformamos en un solo cuerpo abrazando a todo el mundo” (Benedicto XVI). En la celebración de la eucaritía, y rezo del santo rosario en su momento concreto, participan también los Residentes que lo desean. Es un gozo compartir con ellos la experiencia de ser y sentirnos hermanos de y en Jesucristo.
Al caer la tarde, como recopilando todas las vivencias de la jornada, el canto de VISPERAS, entregando a nuestro Esposo Jesús los gozos y fatigas, sorpresas y alegrías de la jornada. Y antes del descanso el rezo de COMPLETAS, seguido de la Salve u otra antífona mariana, expresión filial de unas hijas que quieren descansar en brazos de la MADRE.
Cultivamos también el amor a la eucaristía con otros actos de devoción como son la adoración Eucarística, visitas al Santísimo, ratos de oración personal ante el sagrario, etc.
La Virgen de los Desamparados (corazón de Madre), san José (rectitud de corazón) y santa Marta (alegría en el servicio) son los patronos de nuestra Congregación.

Seguidamente, los 60 minutos de estarse a solas con Jesús eucaristía, para decirle que le ama y, sobre todo, para dejarse amar por Él. Es él quien llena de gozo y sentido nuestra vida. Nuestra existencia está totalmente marcada por su seguimiento con el que estamos llamadas a identificarnos.
El punto álgido del día, lo ocupa la EUCARISTÍA “Memorial del sacrificio de Cristo”, que aviva la total oblación que la hermanita hizo en su Profesión religiosa, aviva la unión fraterna y la misión, porque “al recibir al mismo Señor, nos transformamos en un solo cuerpo abrazando a todo el mundo” (Benedicto XVI). En la celebración de la eucaritía, y rezo del santo rosario en su momento concreto, participan también los Residentes que lo desean. Es un gozo compartir con ellos la experiencia de ser y sentirnos hermanos de y en Jesucristo.
Al caer la tarde, como recopilando todas las vivencias de la jornada, el canto de VISPERAS, entregando a nuestro Esposo Jesús los gozos y fatigas, sorpresas y alegrías de la jornada. Y antes del descanso el rezo de COMPLETAS, seguido de la Salve u otra antífona mariana, expresión filial de unas hijas que quieren descansar en brazos de la MADRE.
Cultivamos también el amor a la eucaristía con otros actos de devoción como son la adoración Eucarística, visitas al Santísimo, ratos de oración personal ante el sagrario, etc.
La Virgen de los Desamparados (corazón de Madre), san José (rectitud de corazón) y santa Marta (alegría en el servicio) son los patronos de nuestra Congregación.
